Eterno viajero

Pretendo crear una categoría a la que llamaré "pequeños placeres cotidianos" y he aqui el primer post que la inaugura.
Esta es una foto de mi compañera de viajes. Aquí tenéis un trozo de hierro, productor de sensaciones, una incansable y siempre dispuesta máquina de hacer kilómetros y otorgar pequeños placeres cotidianos.
El planteamiento óptimo para sacar máximo partido a una experiencia con ella, sería la época de verano, si puede ser estando de vacaciones, una mañana "con la fresca" y a partir de ahi, sin tener que mirar el reloj y sin tener destino fijo, ir dibujando una a una las curvas solitarias de cualquier carretera de montaña.

De momento hasta mil ciencuenta y cinco kilómetros en una jornada se que aguanta... y me consta que podría hacer muchos más. El único límite es tu propia resistencia física.

La foto está tomada el verano pasado en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona) una mañana de agosto en la que no se daban precisamente las mejores condiciones para viajar.

Soy eterno viajero de sueños e ilusiones. (Manolo Chinato)

PEÍTO VIVE!!!

Viendo la tele el otro día, escuché atónito el testimonio de una señora que orgullosa exhibía su concha... (utilizado este vocablo con el sentido más castellano y menos sudamericano del término, of course... no se me alarme nadie) diciendo ver la imagen de Cristo sobre ella. Y es que la fe mueve montañas... y mucho, mucho, no se ha escrito sobre la muerte de Peíto pero testimonios grabados con plantillas y spray permanecen como testigos mudos y vigilantes de la vida cotidiana, eso por un lado y por otro los elementos que pudieran relacionarse con el personaje en cuestión. Aquí tenemos dos ejemplos:
1) El primero de ellos, no tiene nada que ver con las caras de Bélmez. Se trata de una instantánea tomada por el señor Psicobyte al cual agradezco sinceramente la cesión de la misma. Y de paso, recomiendo ver sus fotos de flickr.

2) Imagen tomada por el que suscribe que muestra una réplica de un cráneo de un hombre primitivo en el Museo del Bierzo de Ponferrada con claras reminicencias peíticas.

Bueno, ahora solo nos faltaría que se enterara de esto Iker Jiménez.

Siguiendo en Lisboa

Imagen también curiosa, tomada en el mirador del impresionante Castillo de San Jorge que domina desde las alturas el paisaje lisboeta. En la foto apreciamos a un guardia de seguridad haciendo su trabajo con gran dedicación hurgando en una papelera mientras dos turistas extranjeros ajenos a la situación se pierden en la lectura de mapas.
Claramente, la preguna es: qué buscaba el guardia de seguridad con tanto ahínco dentro de la papelera?

Armería lisboeta

Visto en la parte antigua de Lisboa, detalle cuando menos curioso, del cartel de la fachada de una armería donde se detallan algunos de los artículos puestos en venta en el establecimiento en cuestión.